En cualquier proceso de deformación en frío los componentes fabricados están sometidos a elevadas fuerzas de tensión y fricción, al estar en contacto con diferentes elementos y utillajes. Por este motivo es necesario realizar un proceso previo para tratar la superficie del componente y aportarle un revestimiento anti-fricción que asegure una elevada resistencia mecánica y un bajo coeficiente de fricción. En este sentido, las capas de fosfatado (hierro y zinc y manganeso), debido a su elevada resistencia mecánica, son utilizados para el procesado de piezas metálicas.
El pavonado es un acabado final para piezas de acero, es un proceso que se basa en la oxidación química controlada del acero, formando una capa generalmente de óxido de hierro o de óxido ferroso-diférrico, adherida a la superficie de la pieza que actúa como una capa pasiva (capa inerte sobre la superficie de un metal). La principal ventaja de este proceso, es que no altera las dimensiones de las piezas ya que no es un depósito, siendo una excelente alternativa de protección cuando existen estrechas tolerancias dimensionales, además de proteger las piezas del óxido y de aumentar la durabilidad de las piezas.