Para una correcta aplicación de cualquier tratamiento superficial es esencial el estado de la superficie sobre la cual se debe aplicar.
Debido a que las piezas sobre la que se va a aplicar el recubrimiento provienen de procesos anteriores (estampados, mecanizados, roscados, tratamientos térmicos, etc…), éstas deben ser sometidas a procesos de limpieza previas a la deposición del recubrimiento, de lo contrario nos podemos encontrar con problemas de adherencia o incluso de no recubrimiento. Esto es lo que se denomina la fase de preparación dentro los procesos de recubrimiento.
El decapado de metales se realiza para eliminar manchas, requemados de soldadura, óxidos y otras partículas contaminantes que puedan tener las piezas.